Principios generales, política de integración de la educación especial en la educación básica general y media
La Ley 47 de 1946 Orgánica de Educación, con las modificaciones introducidas por la Ley 34 de 6 de julio de 1995, enmarca la educación especial dentro del subsistema regular y no-regular. El subsistema noregular se caracteriza como un servicio educativo orientado hacia la población que, por sus condiciones físicas, sensoriales, mentales o sociales, no está en la posibilidad de beneficiarse, de manera óptima de los procesos educativos del subsistema regular. Tienen derecho a beneficiarse de la educación especial, con un enfoque inclusivista las personas con discapacidad física o mental, con trastornos en su aprendizaje, desajustes sociales, problemas de quimiodependencia, etc., al igual que quienes se encuentren en condiciones excepcionales con talentos especiales, y los superdotados. La Ley también advierte que los procesos educativos para los niños(as), jóvenes y adultos que se encuentran en algunas de estas circunstancias, se administrarán con un amplio margen de flexibilidad en cuanto a normas, edad de admisión, promoción de una clase a otra; al igual que para los procedimientos de exámenes. La concepción actual de la educación especial se fundamenta en tres principios:
• El reconocimiento del potencial de todo ser humano.
• El concepto de dignidad humana, explícita en la Declaración de los Derechos Humanos de los impedidos hecha en 1978.
• El principio de la normalización en la vida del individuo con discapacidad, de manera que ésta sea lo más natural posible.
El sistema educativo panameño, a través del Decreto N.° 1 de 4 de febrero de 2000, «establece la
Normativa para la educación inclusiva de la población con N.E.E.»; el mismo permite la incorporación y el traslado de los estudiantes con NEE a cualquiera de los niveles del subsistema no-regular al subsistema regular en todos sus niveles: educación básica general, media y postmedia. La educación especial en nuestro país, se sustenta en las siguientes políticas:
• Garantizar a todos los estudiantes que presentan necesidades educativas especiales el acceso a una educación inclusiva y de una elevada calidad.
• Garantizar en los servicios educativos la provisión de recursos humanos, técnicos y didácticos, sin descuidar los márgenes de calidad.
• Garantizar que la flexibilidad curricular contemple la posibilidad de practicar su adecuación en las poblaciones con necesidades educativas especiales.
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